Las puertas automáticas se han vuelto omnipresentes en nuestra vida cotidiana, encontrándolas en una amplia variedad de entornos. Podemos encontrarlas desde centros comerciales y hospitales hasta edificios de oficinas y residencias. Estas puertas ofrecen comodidad y accesibilidad, facilitando el flujo de personas y mejorando la eficiencia del espacio. Sin embargo, para garantizar su correcto funcionamiento y seguridad, es crucial realizar un adecuado equilibrado de las puertas automáticas.

En este artículo de Martín Vecino, exploraremos la importancia de dicho equilibrado para contribuir a la seguridad y eficiencia de estos sistemas.

La importancia del equilibrado de las puertas automáticas

El equilibrado de una puerta automática hace referencia al ajuste de los mecanismos internos para garantizar que la puerta se abra y cierre correctamente, sin ejercer una presión excesiva en ningún punto del recorrido.

Así, el objetivo principal del equilibrado es lograr un movimiento suave y controlado de la puerta. De este modo se evitan situaciones peligrosas o incómodas, como puertas que se cierran de manera brusca o que quedan atascadas a mitad de camino.

Por qué es importante equilibrar correctamente las puertas

Por un lado, un equilibrado preciso es fundamental para la seguridad de los usuarios. Una puerta desequilibrada puede generar fuerzas excesivas al abrir o cerrar, lo que podría atrapar o golpear a las personas que pasan por debajo o entorpecer su paso. El equilibrado adecuado garantiza que la puerta se mueva con suavidad y sin riesgos, minimizando la posibilidad de accidentes.

Por otro lado, el ajuste adecuado de las puertas automáticas también contribuye a la durabilidad y vida útil del sistema. Cuando una puerta está desequilibrada, los componentes internos, como los motores, los mecanismos y los rodamientos pueden someterse a un desgaste excesivo.

Esto puede derivar en un mal funcionamiento prematuro y en costosas reparaciones. Por ello, al equilibrar correctamente la puerta, se reduce la tensión y el desgaste en los componentes, prolongando la vida útil del sistema.

Otro de los motivos para realizar el equilibrado de las puertas automáticas es contribuir a la eficiencia energética. Cuando una puerta está desequilibrada, puede requerirse un esfuerzo adicional del motor para abrir y cerrar, lo que redunda en un mayor consumo de energía.

Además, la puerta desequilibrada no puede cerrarse por completo, dejando espacios por donde puede escapar el aire acondicionado o la calefacción, lo que puede aumentar el consumo energético del edificio. 

Finalmente, una puerta bien equilibrada también tiene un impacto significativo en la experiencia del usuario, creando una sensación de comodidad y confianza.