Las puertas automáticas están presentes en todos los entornos de nuestra vida. Desde la vivienda particular, con las prácticas puertas de garaje, como en centros comerciales, edificios públicos, etc. Aunque cuentan con un mantenimiento sencillo que ayuda a garantizar su buen funcionamiento, en ocasiones podemos encontrarnos con determinados problemas en las puertas automáticas durante el invierno. Hablamos de ellos en nuestro blog de Martín Vecino.

Problemas en las puertas automáticas durante el invierno

Tras un otoño suave, en las últimas semanas estamos experimentando las bajadas de temperatura clásicas del invierno. Esto puede llegar a traducirse en la aparición de diferentes problemas con las puertas automáticas.

La puerta no abre

Por un lado, es posible que la puerta del garaje no abra. Si tras comprobar que el mando tiene pila y que el motor hace ruido, la puerta no abre, el problema puede estar en los burletes.

En ocasiones, si el clima es húmedo o ha llovido y, de repente, baja la temperatura exterior, el burlete puede llegar a congelarse. Esto impediría que la puerta se mueva. En estos casos, es fundamental descongelarlo antes de seguir intentando abrir la puerta de manera automática, ya que puede forzarse y romperse el motor.

Otra de las causas es que se haya endurecido la grasa que lubrica los rieles de la puerta, impidiendo su apertura. Si esto sucede, la grasa no permitirá a la puerta que se deslice, pudiendo llegar a estropearla.

En esta ocasión, lo mejor es retirar toda la grasa endurecida y aplicar un lubricante resistente al frío.

Materiales contraídos por el frío

Aunque no es tan común, una bajada extrema de temperatura puede provocar que se contraigan los componentes metálicos de la puerta. Esto provoca que dejen de estar alineados y la puerta no se pueda abrir o cerrar.

En lugar de forzar las piezas, es conveniente intentar que recuperen una temperatura normal, para evitar su rotura.

Problemas con los sensores de seguridad

Al igual que sucede con el vaho de los vehículos o ventanas, los sensores de seguridad de las puertas pueden verse afectados por condensación.

Si se crea una capa de vaho o escarcha sobre ellos, puede hacer que los sensores detecten un obstáculo inexistente. Para solucionarlo, basta con limpiarlos adecuadamente.

Otros problemas en las puertas automáticas durante el invierno

Finalmente, hay otra serie de problemas en las puertas automáticas durante el invierno. Entre ellos, la presencia de residuos en los raíles de la puerta o de animales que quieren construir su hogar en ellos, al resguardo del frío.

Como siempre, un mantenimiento regular de las puertas evita la gran mayoría de estos problemas.