Instalar una puerta automática de garaje en casa es un paso importante hacia la comodidad y la seguridad en el hogar. Muchas veces los usuarios desconocen cómo cuidarla en el uso diario. Hoy en Martín Vecino os damos unos pequeños trucos de mantenimiento casero de la puerta de garaje automática.

Limpieza de la puerta

Ni todas las puertas de garaje están hechas del mismo material, ni están colocadas en el mismo entorno. Lo que está claro es que para ayudar a que funcionen correctamente, deben limpiarse periódicamente.

Si la puerta ha acumulado mucho polvo, lo retiraremos con ayuda de un cepillo o escoba. Hay que hacerlo suavemente para no dañar la puerta. Así eliminamos polvo y telarañas de una vez.

Una vez hecho, diluiremos detergente (tipo el de lavar los platos a mano) en un cubo con agua tibia. A continuación, lavaremos el exterior de la puerta con un trapo o bayeta que no rayen. Cuando esté perfectamente limpia, podemos aclararla con una manguera o simplemente con agua limpia.

Dependiendo del material, la secaremos al aire, o lo haremos con ayuda de un paño limpio, con cuidado de no rayarla.

La parte interior de la puerta puede limpiarse del mismo modo, teniendo cuidado con los posibles mecanismos y/o partes engrasadas.

Mecanismos despejados y limpios

Otro de los puntos importantes en el mantenimiento casero de la puerta de garaje automática son sus raíles y mecanismos de apertura. Muchas veces las bandas o raíles por los que se desplazan las puertas acumulan suciedad. Podemos encontrar plásticos, piedras, palos… incluso telas de araña con inquilinos incluidos.

Si estas bandas y raíles no están perfectamente despejados, puede provocar un mal funcionamiento de la puerta. Por tal motivo, es aconsejable revisarlos con frecuencia para que estén siempre en buenas condiciones.

Lubricación de piezas

En muchas ocasiones detectamos que una puerta está mal lubricada cuando empieza a chirriar o hacer ruidos que no hacía antes. Por ello, antes de que lleguen los avisos sonoros, es conveniente revisar cada 2-3 meses que las piezas lubricadas siguen estándolo.

En lugar de escoger lubricantes densos, es preferible optar por las soluciones más líquidas. Es más complicado que se endurezcan y creen atascos o atoramientos.

Despejar el recorrido de la puerta

Puede parecer una cosa obvia, pero muchos de los problemas que suceden con las puertas automáticas es que no tienen el recorrido despejado. Cualquier objeto que impida que se abra o cierre correctamente la puerta, puede estropearla.

Conocer el funcionamiento de la puerta

Tanto si la puerta está automatizada, como si es de funcionamiento manual, es importante que todos los miembros de la familia sepan cómo utilizarla. Un uso inadecuado de la misma conlleva forzar mecanismos y piezas, que derivan en averías y roturas que se podrían haber evitado.

Si se trata de una puerta automática y deja de funcionar debido a una interrupción del suministro eléctrico, es fundamental conocer su funcionamiento manual.

También es importante dejar fuera del alcance de los niños los mandos y mecanismos de accionamiento de las puertas. Evitaremos accidentes innecesarios.

Qué hacer cuando no funciona la puerta

Si la puerta no funciona, revisaremos todos los puntos que hemos visto sobre mantenimiento casero de la puerta de garaje. Si hecho esto, sigue sin funcionar, hay que contactar con un servicio técnico profesional. Ellos sabrán cómo proceder.

Y vosotros, ¿conocíais todos estos trucos de mantenimiento casero de la puerta de garaje automática? Esperamos que os hayan resultado útiles y que los pongáis en práctica.