Existen muchísimos modelos de puertas automáticas. Cada uno es adecuado para diferentes entornos y situaciones. Entre ellos están las puertas automáticas curvas, que estamos acostumbrados a ver en hoteles, hospitales y edificios públicos. Hoy en Martín Vecino os hablamos sobre este tipo de puertas.
Por qué elegir puertas automáticas curvas
Las puertas automáticas curvas o puertas giratorias presentan diferentes atractivos.
Por un lado, son una excelente solución para lugares donde el tránsito de personas es continuo, o muy frecuente. En estos casos, lo ideal es poder configurar la puerta para que pueda variar entre funcionamiento continuo y accionamiento por detección de presencia.
No es de extrañar que se instalen en grandes hoteles, edificios de oficinas de grandes empresas y espacios públicos como bibliotecas, museos, ministerios y hospitales. También se ven con frecuencia en grandes espacios comerciales.
Mejora de la accesibilidad
Cuando es utilizada por muchas personas, una puerta giratoria permite que sean varios usuarios los que la atraviesan a la vez, incluso cuando el ancho de la puerta es igual al de una puerta de acceso normal.
En muchos casos, este tipo de puertas disponen de elementos de seguridad que permiten detectar la presencia de niños, personas mayores y personas en silla de ruedas.
Existen ya en el mercado mecanismos de seguridad capaces de estudiar la velocidad de paso de los usuarios, adecuando el movimiento de la puerta a la misma.
Un toque distinguido de diseño
Por otro lado, son un elemento de diseño que da un toque especial a los edificios. Tanto si se trata de fachadas rectas, como si son con formas curvas, estas puertas son una solución estética ideal.
Finalmente, muchas de estas puertas disponen de una puerta peatonal contigua, que se usa tanto para fallos de suministro de energía como para un sistema de acceso adicional. Es algo similar a las puertas peatonales que se instalan junto a los accesos a garajes.
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