Las puertas correderas telescópicas son una solución ideal para entradas que precisan optimizar el espacio de apertura. Hoy, en Martín Vecino, hablamos sobre qué son, cómo funcionan y sus diferentes aplicaciones.

Qué son las puertas correderas telescópicas

Podríamos definirlas como puertas cuyas hojas se deslizan de forma paralela, para quedar recogidas en un espacio reducido.

Cuándo se utilizan las puertas correderas telescópicas

En la mayoría de los casos, estas puertas se instalan para aprovechar al máximo espacios de apertura reducida.

Es el caso de muchos restaurantes, que para optimizar el espacio disponible en la sala recurren a este tipo de puertas.

Gracias a ello, maximizan el espacio operativo, mejorando la capacidad operativa y la rentabilidad.

Pero además, también son ideales para locales muy compartimentados que precisen una apertura rápida sin ocupar grandes espacios.

Puertas muy versátiles

Hoy en día, podemos encontrar puertas correderas telescópicas en todo tipo de espacios.

Aunque abundan en restaurantes y comercios, también se emplean en ascensores, centros de salud, edificios públicos, aeropuertos, oficinas, bancos, transporte público, fábricas y hoteles.

Además, es cada vez más habitual visualizarlas en urbanizaciones y en viviendas particulares. En espacios interiores dan continuidad a los espacios y amplían su luminosidad.

Una de las ventajas que presentan es que se adaptan fácilmente a cualquier tipo de fachada y a espacios amplios de apertura.

También se encuentran con frecuencia en accesos al aire libre a fincas y garajes comunitarios.

Fabricadas en multitud de materiales

Otra de las ventajas que presentan estas puertas es que se pueden fabricar en muchos materiales diferentes.

Estamos acostumbrados a verlas de cristal en espacios públicos. Sin embargo, para espacios interiores también es frecuente verlas de madera y originales acabados.

Tipos de apertura

En principio, podemos diferenciar dos tipos de apertura.

Por un lado, las hay con apertura central. Desde el centro de la puerta se deslizan las hojas hacia los laterales.

Por otro lado, tenemos la apertura lateral. En este caso, las diferentes hojas de la puerta se deslizan desde un lateral al otro.

En algunos casos, tanto si es apertura central como lateral, la puerta queda resguardada en los muros del edificio, dejando totalmente libre el espacio de paso.

Puertas que se pueden automatizar

Por último, cabe destacar que estas puertas se fabrican en versión manual (especialmente para espacios interiores) y en versión automática (para interior y exterior).

Hoy en día es frecuente que la mayoría de las puertas de este tipo se instalen automatizadas, de cara a una mejora en la accesibilidad a los diferentes espacios.